viernes, 18 de marzo de 2016
miércoles, 16 de marzo de 2016
Leyenda maya
Antiguamente, no había sobre la
tierra ningún hombre, ningún animal, ni árboles, ni piedras.
No había nada. Esto no era más
que una vasta extensión desolada y sin límites, recubierta por las aguas.
En el silencio de las tinieblas
vivían los dioses Tepeu, Gucumats y Huracán. Hablaban entre ellos y se pusieron
de acuerdo sobre lo que debían hacer.
Hicieron surgir la luz que
iluminó por primera vez la tierra.
Después el mar se retiró, dejando
aparecer las tierras que podrían ser cultivadas, donde los árboles y las flores
crecieron.
Dulces perfumes se elevaron de
las selvas nuevas creadas.
Los dioses se regocijaron de esta
creación. Pero pensaron que los árboles no debían quedar sin guardianes ni
servidores. Entonces ubicaron sobre las ramas y junto a los troncos toda suerte
de animales.
Pero éstos permanecieron
inmóviles hasta que los dioses les dieron órdenes:
-Tú, tu irás a beber en los ríos.
Tú, tu dormirás en las grutas. Tu marcharás en cuatro patas y un día tu espalda
servirá para llevar cargas. Tú, pájaro, vivirás en los árboles y volarás por
los aires sin tener miedo de caer.
lunes, 14 de marzo de 2016
Leemos cuentos
EL
ZORRO Y EL QUIRQUINCHO
Un
día hicieron una sociedad el zorro y el quirquincho. El zorro dio su chacra al
quirquincho para que la sembrara a medias.
Como
el quirquincho tiene fama de ser poco inteligente, el zorro pensó que se
aprovecharía de su trabajo, y le dijo:
-Este
año, compadre, como es justo, será para mi todo lo que den las plantas arriba
de la tierra y para usted lo que den abajo.
El
quirquincho sembró papas. Tuvo una magnífica cosecha y al zorro le tocó una
cantidad de hojas inservibles.
Al
año siguiente el zorro, molesto por el mal negocio, le dijo a su amigo:
-Este
año, compadre, como es justo, será para mi lo que den las plantas debajo de la
tierra, y para usted lo que den arriba.
-Bien
compadre, será como usted dice.
El
quirquincho sembró trigo. Llenó su granero de espigas y al pobre zorro le tocó
una cantidad de raíces inútiles.
"
No me dejaré burlar más" , pensó. Y le dijo al compadre:
-Este
año, ya que usted ha sido tan afortunado con las cosechas anteriores, será para
mi lo que den las plantas arriba y abajo de la tierra. Para usted será lo que
den al medio.
-Bien
compadre, ya sabe que respeto su opinión.
El
quirquincho sembró maíz. Sus graneros se llenaron nuevamente de magníficos choclos y al zorro le correspondieron las flores y las raíces del maizal.
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