miércoles, 13 de julio de 2016

Obra de teatro



(La escena transcurre en una verdulería, donde hay toda clase de frutas y verduras expuestas. Hay muchas personas haciendo fila, esperando ser atendidas)

VERDULERO:¿Quién sigue? (Nadie responde) Vamos, vamos, don Pepe, que hay mucha gente, ¡usted sigue!

DON PEPE: (Sale de la fila) ¿A quién, a quién tengo que seguir?

VERDULERO: A nadie. Usted sigue en la fila.

DON PEPE: Ah, bueno, entonces vuelvo a la fila. VERDULERO: Pero no, hombre, le toca a usted. ¿Qué va a llevar?

DON PEPE: Hummm... acelga. Tengo ganas de hacer una pascualina, ¿sabe que lo operaron a don Pascual?

DOÑA ROSA: Vamos, hombre, apúrese; todos tenemos que comprar.

DON PEPE: Ya va, ya va. (Al VERDULERO). No, acelga no. Mejor llevo escarola. No, escarola no. Ah, ¿le conté que se casó mi prima Carola? Usted no se imagina lo...

VERDULERO: (Lo interrumpe secamente) ¿Qué va a llevar?

DON PEPE: Déme una coliflor para hacer con salsa blanca. Ah, no le dije que la vi a su cuñada Blanquita justo cuando salía de...

DON JOSÉ: ¿Y? ¿Para hoy o para mañana?

VERDULERO: (Le da una coliflor) Tome (Para sí) Y así se las toma.

DON PEPE: ¡Ay, no, está horrible! Mejor déme un kilo de berenjenas. De esas grandes, para picar.

DOÑA ROSA: Y así se las pica de una vez.

DON PEPE: ¿Qué pasa hoy que están todos apurados? Así no se puede elegir.

VERDULERO: (Le alcanza las berenjenas) ¿Quiere algo más?

DON PEPE: ¡Estas berenjenas son muy chicas! Mejor no las llevo.

VERDULERO: (Esforzándose para ser paciente) Bueno, ¿va a llevar algo, don?

DON PEPE: ¿Algodón? No, algodón sí que no. Lo único que faltaba... (Se va protestando) Al final, te quieren encajar cualquier cosa.

“Para el lado de los tomates” se titula esta pieza en un acto de Adela Basch, incluida, junto a otras siete obras de teatro breve, en el libro BOROMBOMBÓN, LEVANTEMOS EL TELÓN . En todas las historias los chicos van a poder descubrir que las palabras y el lenguaje suelen tener más de un sentido.

domingo, 3 de julio de 2016

Volvemos de las vacaciones

Ingenio de vacaciones
Un día de junio con el cielo azul como un completo mar en calma, mamá sentó a Claudia y a sus dos hermanos mellizos Luis y Alejandra y les dijo:
- Este año no podremos ir al cine, ni tampoco ir a un lugar de diversión para niños. Como ven tenemos muchos gastos y por eso este año papá y yo hemos decidido que no podemos ir de vacaciones.
Los niños asintieron y se levantaron de la silla cabizbajos: 
- ¿Pero de verdad no vamos a ir al cine? Si no vamos no podremos comer pop, ni jugar con otros niños en los juegos, ni tampoco veremos esconderse al Sol mientras todos paseamos...
- Todas esas cosas están muy bien niños, pero todo eso supone mucho dinero. Sería bueno que comiencen a valorar más las cosas que tienen – contestó mamá seria.
- ¿Valorar? ¿Cómo se hace eso? – Preguntó Alejandra, la más pequeña-.
- Vamos a hacer un juego para que lo entiendan. Van a tomar unas cartulinas de colores y escriban y dibujen en ellas cosas que les guste hacer en nuestro barrio, en nuestro parque, con las cosas que tienen y con cosas que inventen pero que se puedan fabricar por ustedes mismos. Sin tener que comprar nada nuevo, ¿de acuerdo?
Claudia miró a sus hermanos y empezó a pensar en todas las cosas que podía escribir en sus cartulinas. 
Mamá llegó con las cartulinas y los tres se pusieron en la alfombra de la habitación con todos sus juguetes alrededor. Claudia pensó: ¿Cómo sería no volver a jugar con ellos? Miraba a su muñeca favorita, los trenes y los peluches. Se puso a dibujar. Dibujó las riquísimas pastas de la abuela y a ella y sus hermanos jugando en el parque al escondite y pensó en todo el tiempo que tendrían libre para reír y jugar en vacaciones.
La tarde pasó tranquila mientras los niños dibujaban con tizas de colores y acuarelas luminosas. Luis y Claudia se pintaron la nariz unos a otros y sus risas llenaron cada rincón de la casa. 
Cuando el papá de Claudia llegó no entendía qué estaba pasando y la niña se lo explicó rápidamente:
- Estamos jugando a imaginar cómo disfrutar de estas vacaciones sin nada nuevo. Ya casi lo tenemos, ahora te lo enseñamos.
El padre esperó, esperó intrigado y cuando los niños salieron de la habitación corriendo con sus cartulinas terminadas; se quedó muy sorprendido. Claudia, la mayor, tomó la palabra:
- Mira papá esto son cartulinas con amaneceres dibujados para pegar en las ventanas para no echar tanto de menos los amaneceres desde las Termas. 
En esta otra cartulina aparece la receta de las pastas de la abuela. Nos ha dado la receta por teléfono para que mamá pueda tratar de hacerlas como ella. 
En esta otra cartulina Luis ha dibujado parques y unos pasteles para que nos acordemos de que podemos hacer excursiones por aquí cerca como las que tanto nos gustan.
Y aquí Alejandra ha dibujado todos nuestros juguetes en un parque porque nos gustaría salir a la calle con ellos y poder disfrutarlos con nuestros amigos.
En este momento llegó mamá y cuando vio la sonrisa de papá se abrazaron y dieron un gran aplauso a los niños por su esfuerzo.
- Chicos, estamos muy contentos y orgullosos de ustedes. Esto es valorar lo que tenemos.


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